Recordando a un gran trabajador

16 diciembre, 2023 0 Por espiritasmadrid

Artículo redactado por Juan Miguel Fernández

El pasado 16 de mayo del 2.005, a los 85 años, regresó a la Patria Espiritual Don Rafael González Molina. Para todos aquellos que hemos tenido el privilegio de compartir con él parte de su vida, su recuerdo permanecerá en nuestros corazones, así como el sentimiento de amistad y agradecimiento por el conocimiento que nos fue grabando a lo largo de los años de convivencia.

Recordando, parece que fue ayer cuando Rafael emigrando de España y buscando nuevos horizontes para su familia, llegó a Brasil el 23 de marzo del año 1.954. Más tarde se reunieron con él su esposa Manuela Morata con sus pequeños hijos Félix y Rafael.

Pasaron tan solo unos días y rápidamente hicieron amistad con un matrimonio espírita. Ellos fueron los “padres” protectores en Brasil, y los que les fueron transmitiendo y hablando de El Espiritismo. Manolita, por cuyo nombre conocemos a la esposa de Rafael, tenía miedo de “aquellas cosas” que les contaban, y que a Rafael tampoco le atraían.

Eran los primeros contactos. Los Espíritus empezaban ya a intuirles. Comenzaron a leer los libros que les prestaban; libros espíritas de romances, que parecían de fantasías. Hasta que cierto día llegó a sus manos “El Evangelio según El Espiritismo”. Después de leerlo se dieron cuenta que el comportamiento de este matrimonio espírita estaba basado en aquella Doctrina que practicaban y de la que ellos eran testigos de su bondad.

A partir de ahí comienzan a visitar ambos la “Liga Espírita de San Pablo” que no llega a convencerles. Más tarde frecuentan durante cierto tiempo la “Federación Espírita de San Paulo”. En este intervalo trasladan su domicilio a otra zona de San Paulo, pero siguen asistiendo a la “Federación…” y a otros Centros Espíritas, hasta que cierto día Manolita visita el “Centro Espírita Hermano X”. Cuando ella regresa a casa le participa a Rafael que “había encontrado el lugar idóneo que estaban buscando”.

Tras cerca de dos años de concurrir, Rafael realiza cursos espíritas para dirigentes, de oratoria, de pases, a los cuales también se incorpora Manolita en cursos de mediumnidad, continuando trabajando en el Centro Espírita Hermano X de San Paulo.

Fue el lugar donde comenzaron a desarrollar y a impartir pases. Rafael se inicia posteriormente en la exposición de conferencias, y en adoctrinar a los Espíritus en las mesas mediúmnicas, participando asimismo en la Federación Espírita de San Paulo, hasta el año 1.967 que regresa la familia a España.

A partir de aquí llega el trabajo más duro y al tiempo el más importante para ellos. Empiezan a frecuentar casas particulares donde se realizaban trabajos mediúmnicos que no les satisfacía después del conocimiento que habían adquirido en Brasil.

Sigue pasando el tiempo y Rafael se implica en la edición de una revista espírita a la que titula “Divulgación Espírita” y que la distribuye en los kioscos, a pesar de la dictadura franquista y se plantea la legalización de El Espiritismo en España.

Años difíciles que complican la vida a esta familia. Entre tantos y tantos recuerdos permanece la presencia a diario de un policía que visita su hogar para llevarse y traer libros espíritas que eran sometidos a revisión por las autoridades.

En Octubre del año 1.981 Rafael González Molina, junto con su esposa Manuela Morata y un pequeño grupo de entusiastas espíritas, consiguen tras su solicitud en el Ministerio del Interior que sea autorizada la Asociación Espírita Española después de incontables obstáculos. Se había conseguido legalizar El Espiritismo en España. Fueron momentos de emoción que estuvieron acompañados de lágrimas, convirtiéndose en el día más feliz de sus vidas.

Posteriormente también consiguen el 10 de Octubre de 1.984 la “Resolución Gubernamental” para constituir la Federación Espírita Española, de la que fue durante muchos años su Presidente.

Asimismo es legalizado el Centro de Estudios y Divulgación Espírita (C.E. y D.E.).

Ya por aquel tiempo Rafael había adquirido por su seriedad gran notoriedad fuera de nuestro País. Era invitado a participar en los Congresos Internacionales más importantes que se celebraban en otros Continentes y sus relaciones eran tan amplias que tenía que dedicar gran parte de su tiempo a corresponder a las cartas, llamadas y entrevistas solicitadas. Siendo la persona más respetada en España dedicada a la Doctrina Espírita.

Durante muchos años la sede donde se ubicaron todas estas instituciones, Puerta del Sol, 14 3º Izda. de Madrid, sirvieron para transmitir el conocimiento que durante tantos años estuvo vetado por las autoridades de entonces. Fueron multitud de personas que pasaron por éste mágico lugar, donde muchos aprendimos los primeros pasos de la Doctrina Espírita, gracias a Rafael y a los conferenciantes que desde otros continentes llegaban para exponer sus conocimientos doctrinarios; Divaldo P. Franco, Raúl Teixeira, Juan Antonio Durante. José Medrado, Aristón Santana, Reynaldo Leyte, etc. que fueron invitados y acogidos por Rafael González Molina.

Llega el año 1.992 y Rafael como Presidente de la Federación Espírita Española, se propone realizar el Congreso Mundial de Espiritismo los días 27, 28 y 29 de noviembre, bajo el lema “ESPIRITISMO, certero PARADIGMA para la HUMANIDAD”. Y no hay mejor marco que el “Palacio de Exposiciones y Congresos” del Paseo de la Castellana, 99 en Madrid. Participando la Confederación Espírita Europea, la Confederación Espiritista Argentina, las Federaciones Espíritas Portuguesa, Brasileira, de Sao Paulo, la Unión de las Sociedades Espíritas del Estado de Sao Paulo, la Asociación Médico-Espírita de Sao Paulo, así como Entidades Espíritas españolas, europeas y americanas.

Son invitados todos los espiritistas nacionales y extranjeros mediante contactos directos y por carta y el resultado es la presencia de más de 700 Congresistas que saborean uno de los eventos más importantes del Espiritismo en España, siendo divulgado a través de todos los medios de comunicación dejando huella de la importancia del Espiritismo en España y en el resto del Mundo.

Esta fecha tiene también importancia para El Espiritismo, pues se constituye el Consejo Espírita Internacional con la incorporación de la Confederación Espiritista Argentina, Federación Espírita Brasileña, Federación Espírita Española, Unión Spirite Francesa et Francophona, Federación Espírita Portuguesa, Federación Espírita de la Florida (EE.UU.), Allan Kardec Study Group (Gran Bretaña), Cadena Heliosophica Guatemalteca (Guatemala), Centro Italiano Studi Spiritici Allan Kardec, Aosta (Italia), nombrando a Rafael como el primer Secretario General del Consejo (C.E.I.).

A partir de este año se inician los Congresos Nacionales: Montilla, Torremolinos, Reus (La Pinilla), Cullera, Ciudad Real, Benidorm, Gandía, Tarragona, Madrid, etc., que han sido testigos de la continuidad del trabajo de los espiritistas españoles que comenzó hace años en su última etapa gracias al tesón, al esfuerzo y sacrificio de un hombre que dedicó gran parte de su vida al Espiritismo.

Aquellos que hoy en día podemos reunirnos en España libremente, en nuestras sedes con total libertad, exponiendo y divulgando la Doctrina de los Espíritus que tanto amó Rafael González Molina y nos enseñó a amar, desde estas páginas queremos agradecerle su dedicación, sus enseñanzas, su disciplina.

No nos despedimos aquí. Añadimos un hasta pronto Rafael, porque sabemos que seguirás ayudándonos desde ahí para que podamos, recordando siempre tu paso firme entre nosotros, llevar el Espiritismo al corazón de nuestros semejantes para el beneficio espiritual de todos.